volviendo a perder el tiempo

La luna alumbraba todo el bosque.
Estaba preparada, todo estaba preparado. Lo escuchaba avanzar.
Sabía perfectamente dónde estaba la trampa. Sería escuchar el mínimo ruido y ya sería mío.
Le escuchaba acercarse, ¿por qué eran tan ruidosos?
Cada vez estaba más cerca. Le quedaba poco para llegar hasta mi trampa. Pocos pasos más le quedaban.
Entonces, lo hizo, pisó la trampa.
Las flechas, sólo era para despirtarle, pero le harían mucho daño al ser las puntas de plata. Sin dudar salté desde el árbol en el que había estado escondida, con las cadenas en las manos. Rodenádole, coloqué la cadena alrededor de su cuello, agarrando temabién las muñecas y los tobillos. Al aprobechar el salto él se elevó algo, quedando unos treintacentímetros del suelo.
Estaba de espalda a él. Me giré. Esperaba que esta vez si fuera lo que buscaba.
Le obervé bien, no era él. Maldita sea, me había vuelto a equivocar.
¿Ahora qué hacía con él? Observé como el licántropo luchaba por quitarse las cadenas, pero las puntas de las flechas que había recibido le estaban haciendo un gran efecto. Aunque, de todas formas, no creia que se fuera a liberar de mis cadenas, eran de plata. El material más tóxicos para ellos.
Seguí observándolo, mientras posaba mi mano en la empuñadura de mi espada. El posó sus ojos en mí al verme la mano en la espada, posiblemente supiera lo que estaba pensando, que una simple espada no le haría nada, pero se equivocaba, Lerat, era una espada con aleación de plata, también le sería letal.
Estaba enfadada, fácilmente le podría matar, era lo que hacía últimamente.

Estaba sentado en una rama de los muchos árboles que había en el bosque, observando a Lynette.
Fue muy rápido, estaba seguro que si hubiera pestañeado posiblemente, me hubiera perdido algo.
En todo el tiempo que llevaba con la chica, nunca había repetido una trampa, siempre estaba haciéndolas nuevas. Y la nueva superaba con creces a la anterior.
Seguí mirándola, se sentó en el suelo, apoyándose en un árbol, posiblemente meditando que hacer. Lynette no era de las que mataban por matar, pero llevaba un tiempo en que no hacía otra cosa. Su paciencia se estaba acabando; tenía entendido que llevaba cerca de un año buscando a ese licántropo.
Posé la mano en mi bolsa y la abrí. Suspiré al ver un trozo de trapo liado. Sabía que había en el interior: escamas, escamas de sirena. Hacía seis meses que las tenía, se las tenía que dar al que me había encargado el trabajo, pero...
Me era tan interesante estar con la heredera del clan Winnfrey que no me quería separar de ella.
Bajé de un salto del árbol. Me acerqué a ella.
-Bueno, ¿y ahora qué vas hacer? -le pregunté obsevando a la criatura.

mientras daba una vuelta por el bosque, hoy unos extraños ruidos y me acerque a unos arbustos que habian cerca y me escondi y empece a mirar.. habia una xika (muy guapa x cierto) y un hombre y estaban ablando, por lo visto habian capturado un licantropo, parecia que ablaban sobre el k acer kon la criatura. yo simplemente me kede kieto y estube escuxando y rezando de no ser descubierto. (la xika me sonaba muxissimo, pero no kaia de que me sonaba) pense. bah!! ya lo rekordare

veo a tres seres... muy raros (mi quien va a hablar y se dirije a uno de ellos -EY!.... de que va la fiesta?.....- dije acercndome a la chica

Ilhan baja del árbol para hablar conmigo.
Iba a contestarle cuando apareció un chico un tanto peculiar; había algo raro en el, parecía ser un chico compoletamente normal. Pero yo era cazadora, aprecié su rareza, auqnue desconocía que era exactamente.
-No hay fiesta. ¿Quién eres? -Le pregunté.

-Angelo....- me limite a decir

Derepente apareció un chico. Le observé, había algo que me llamaba la atención; pero como no conseguía averiguar el qué era, simplemente pasé.
Lynette le preguntó quién era: a lo que él se limitó a decir que ser llamaba Angelo.
La criatura estaba empezando a moverse entre las cadenas. Pronto le quedarían grande, pues la plata estaba haciendo se efecto: el licántropo empezada a transformarse en humano. Lynette tenía que decidir qué hacer, antes de que fuera humano. Conociéndola, posiblemente lo matara.
El licántropo empezó a mover la cabeza, como si buscara algo... o... alguien...
Esto me puso en alerta y yo también me puse a buscar. Pero el chico estaba haciendo que me confundiera, no sabía ni qué buscar ni dónde. La influencia de Angelo en el lugar estaba confundiendo a mis sentidos.
-Lynette, date prisa. -Le dije. mientras observaba a Angelo. -Yo soy Ilhan, Ilhan Villot. -Me presenté, le dije hasta mi apellido, por si conocía a mi clan. No era ninguna advertencia, era un aviso, había llegado en un mal momento.

aparecio un chico muy extraño nunka lo habia visto antes y empezo a conversar con la chica, no se que paso pero el licantropo que tenian capturado me olfateo y supo de mi presencia al igual que el chico que iba con la chica. -Mierda!!!!- me dije a si mismo -como me vean estare muerto casi seguro- pense.. mientras me dirigi hacia el kamino para hacer komo si fuera un viajero y pasara por alli, coji un baston y me dispuse a caminar y con la intencion de hacerme visible, queria que me vieran. -sera peligroso???- me pregunte

me rasco la nariz -que os pasa en la boca chicos.....?- pregunte impasible y quieto en la misma postura que tenia

Cuando Ilhan me llamó la atención me percaté de lo que estaba sucedienddo.
El licántropo se estaba empezando a convertirse en humano, debería actuar rápido; aparte de eso, la criatura estaba buscando. No sabía el qué era, pero fuera lo que fuera no podría ser nada bueno.
Angelo habló, por lo que me recordó que no me había presentado aún.
-Yo soy Lynette Winnfrey. -Me presenté. -Y no nos pasa nada en la boca, ¿por? -Le pregunté.
Pero no me quedé esperando en el sitio su respuesta. Me fuí hacía el licántropo, desenvainando a Lerat. Sin dudar ni un segundo. Me pongo justo delante de mi presa y le paso el filo de mi arma por su cuello. Empieza a brotar mucha sangre, me retiré, no quería mancharme.
Mientras doy unos pasos para atrás aparce un hombre entre unos matorrales.
Me recordaba a algo esa persona, pero no sabía de qué. Me fijé mejor en él.
Parecía que hoy no iba a acabar mi cazería.

me percato de lo que estaba haciendo la chica y pongo cara de malo (mirad mi espoiler) -te gustaria sentir ese dolor pequeña.....- digo mientras me acicalo el pelo echancdolo hacia atras

Lynette al final mató al licántropo, no lo dude que lo fuera a hacer.
De entre unos matorrales apareció un hombre. No pudé evitarlo y me reí entre dientes. Lynette tenía hoy un día ajetreado.
Angelo, parecía que se había enfadado por la acción de la chica.
No me gustó como se puso el chico y me situé delante de Lynette, intercediendo en el avance del chico. Poniendo la mano en la empuñadura de mi espada, Thor.



[OFF: oye, q os parece si ponemos un orden d posteo?¿? sé q llevo tiempo sin postear, pero es xq no e tenio tiempo, lo siento, pero esq ombre me e perdio un poco an pasao varias cosas como pa q mi pj pueda reaccionar rapido.
bueno es mi opinion, aio.]

la cojo por la muñeca haciendole daño -en.....?-


[Off] este sera en orden

Linette

Ihan

Angelo

Alatariel

andaba de caza y percibo el olor de 4 seres por si acaso los observo oculta

Me doy cuenta de la reacción de Angelo, pero no le di importancia. Me giré a ver el cádaver del licántropo: ya estaba completamente humano. Cuando volví a mirar al chico Ilhan se había puesto delante mío, pero éste le ignoró completamente y se dirigio a mí.
Cuando ya estaba enfrente mío me cogió de la muñeca derecha, demasiado fuerte, me estaba haciendo daño. Levanté la cabeza para mirarle a los ojos.
Giro sobre mi misma, colocandome enfrente suyo, mi mano tocaba mi espalda. Una vez que estaba en esa posicición; voy poco a poco echando los pies atrás, justo debajo de Angelo. Cuando yo creo que ya están lo suficientemente alejados de mí, cojo impulso y hago que tanto él como yo demos una voltereta, sentí crugir la muñeca en el proceso (haciendo que así me doliera más, y dudando si me la había roto), pero no dejé que eso me parara. Cuando terminamos de dar la voltereta yo quedada justo encima de Angelo, con la mano ya liberada. Cojo mi espada y se la coloco en el cuello.
- No sé a qué venía eso, pero me has cogido cabreada, ¿qué hago ahora? -Le pregunté, el chico había conseguido enfadarme.